26 de febrero de 2014

PASIÓN POR LOS ÁRBOLES!!!

 Entre proyecto y proyecto os deleito con algunas de las joyas que vamos encontrando por el camino.
Árboles centernarios de una belleza que no deja de conmoverme!!!!

Baobab en Afia  de la montaña.

Fruto del Baobab, que espectáculo.
Del fruto del Baobab se saca el llamado Pan de mono. Os imaginais por qué!  Es un suculento manjar para los primates.

Baobab junto a un almacén de cereales.

 Abrosio paseando junto a un Árbol del mango.

Añadir leyenda
 Y entre árboles, algunos pájaros espectaculares, de plumaje celeste tornasolado. Todo un deleite!

Ceiba  en Iwol
  Iwol es un emblemático poblado Bedik, ubicado en lo alto de una montaña. El acceso es obligatoriamente a píe. Este fue el regalo que nos encontramos al subir la montaña, un pequeño descanso al  cobijo de una Ceiba.

Al cobijo de la Ceiba


POR FIN LLEGÓ EL AGUA


Reparando la bomba con el mecánico en Kedougou
Finalmente conseguimos que se reparara la bomba de agua de Dindefelo, pero no sin tener algunos problemillas.

 Aprovechamos la visita de Jane Goodall a Dindefelo para visitar la huerta y poner en marcha la bomba de agua. 

Tuvimos algunos problemas, ya que a los 3 minutos de funcionamiento, el automático cortaba la alimentación al motor de la bomba. Con la ayuda del mecánico de Dindefelo conseguimos detectar que el problema estaba en el mecanismo del diferencial. 

Una vez solucionado el inconveniente comenzamos a llenar los depósitos de agua y la huerta se llenó de vida y color. Mujeres y niños de un lado a otro llenando y acarreando garrafas y regaderas sofocando la sed de la tierra. El júbilo de la huerta despertó nuestra atención y con una mirada de complicidad entendimos la belleza de aquellos instantes.

Llenando el depósito con el técnico Aliou
Ayudando a las mujeres a regar.


CONOCIENDO A JANE GOODALL


El día 20 de Febrero,  tuvo lugar  en Dindefelo, la inauguración del Instituto de primatología, Jane Goodall, con la presencia de la célebre primatóloga y activista social que da nombre al centro, Jane Goodall.

Dindefelo podríamos decir que es el segundo centro de proyectos de Yakaar África en País Basari, de modo que ha sido como nuestra segunda casa.

Allí tenemos dos amigos españoles, trabajando en el centro de primatología,  y a lo largo de estas semanas, hemos hecho migas con todo el equipo. Así que queríamos compartir con ellos la inauguración, y tener la oportunidad de conocer a Jane Goodall.

Ya teníamos referencias de ella, de hecho, hace unos meses compartimos en las redes sociales un vídeo suyo, muy interesante,  que reivindicaba el uso correcto de los dispositivos de última generación. El coltán es un mineral necesario en la fabricación de móviles, pero su extracción descontrolada está causando conflictos bélicos en el Congo así como violación de los derechos humanos de muchos africanos.

Siempre es interesante conocer a personas que dedican su vida a ser parte de la solución y no del problema.

La inauguración estuvo cargada de eventos. Ferran Guallar, fundador del instituto, en un cálido discurso, ante la población y personalidades de la región, solicitó la imprescindible colaboración popular y gubernamental  por la conservación del medio salvaje, haciendo hincapié en la riqueza en biodiversidad que tiene el distrito de Dindefelo. Jane Goodall, por su parte, transmitió la importancia de la educación medioambiental entre los más pequeños. Ellos son los que pueden cambiar la forma de intervenir en el medio.

Izq. Ferrran Guallar, Jane Goodall, Liliana Pacheco

Pero sin duda, lo más especial de la jornada fue poder disfrutar de una noche bajo el cielo estrellado de África escuchando historias de la propia Jane Goodall y de todo su equipo.
Fue todo un lujo; de esas experiencias que no olvidarás!!

Os invitamos a que visitéis la web del instituto. Instituto Jane Goodall España
Tienen cursos de pirmatología y de guías de eco-turismo muy interesantes.



19 de febrero de 2014

BOUNDUKOUDY, IBEL, PATASSI


Uno de los aspectos a tener en cuenta en el estudio, es el abastecimiento de agua para el riego. Es el máximo condicionante del funcionamiento de la huerta.

Cada huerta tiene unas condiciones distintas. Los principales recursos de abastecimiento son a través de en un río cercano, la construcción de pozos, el bombeo a través de una bomba manual y en otros casos, a través de una bomba eléctrica.

La mayoría de presidentas nos transmitieron que el principal problema al que se enfrentan es el abastecimiento de agua. 

Boundukoudy, trabajando la tierra
La huerta de Boundikoundy tiene la misma plaga que el resto de huertas, pero aquí han querido asegurar la cosecha plantando sólo gombo. La plaga afecta a las hojas, pero no a los frutos.

 La huerta está separada de la fuente por una zanja que dificulta especialmente el transporte del agua.

Boundukoudy, cogiendo agua de la zanja
Ibel, regando los brotes recién sembrados.

Ibel, sacando agua del pozo
En la huerta de Ibel disponen de un pequeño pozo tradicional  de poca profundidad y sin mecanismo de poleas. Las mujeres deben hacer verdaderos esfuerzos para subir suficiente agua para regar  los 2000 m2 de terreno.

Este pozo en el mes de Marzo comienza a secarse, lo que dificulta el mantenimiento de la huerta.

Ibel. Mujer posando junto a su cosecha
 En Ibel, algunas mujeres orgullosas de su trabajo nos pidieron una foto junto a su cosecha.

Patassi
 Patassi tiene una huerta espectacular junto a un Baobab gigante.

Patassi, tiene un aspecto fantástico
Esta huerta dispone de un generoso pozo, con un buen mecanismo de poleas para sacar tres cubos de agua al mismo tiempo. La eficiencia en el abastecimiento de agua se ve reflejado en los resultados de la cosecha.

Patassi, sacando agua del pozo

AYUDA AL DESARROLLO, LA GRAN MENTIRA

La historia se repite año tras año. Sólo hace falta dar una vuelta por algunos de los supermercados del país para darse cuenta como los países ricos perjudican el desarrollo de países pobres a través de los subsidios agropecuarios que otorga la UE. Por un lado, los países ricos destinamos fondos de ayuda al desarrollo a través de las ONG’s, y por otro destruimos sus sistemas económicos cercenando sus únicos medios de producción. Los productos locales africanos no pueden competir con los precios de los productos europeos, puesto que están subvencionados. Esta circunstancia, disuade a los empresarios a innovar e invertir en desarrollar un tejido empresarial sostenible.

Las recetas económicas del FMI condicionan a estos países a la apertura de sus fronteras comerciales para recibir la ayuda económica que sale del Banco Mundial. Es duro decirlo, pero toda la ayuda está condicionada.

Desde los países ricos, a través de los programas estructurales, se destinan millones de euros con el objetivo de emprender campañas de formación a los productores para que cambien sus cosechas, maximicen sus beneficios y sean más competitivos. Sin embargo, y aprovechando la coyuntura, la Unión Europea inunda sus mercados con productos europeos que se comercializan a un coste menor que el coste de producción local, gracias a las subvenciones que reciben los productores europeos. Asimismo, entre otras medidas arancelarias, los productores de los países pobres se ven incapaces de competir con las grandes industrias con su exigua tecnología y sus primitivas herramientas.

Qué sentido tiene promover el desarrollo con nuestros impuestos, y que esos mismos impuestos sirvan al mismo tiempo para repartir subsidios europeos que discriminan y empobrecen a África. Lavamos nuestras conciencias a través de las ayudas al desarrollo que recuperamos con creces mediante la venta de productos subsidiados y la exención de tasas arancelarias. Y si los países subdesarrollados se niegan a aceptar las ventajas fiscales que solicitamos, les negamos la usurera ayuda al desarrollo.

Lo más indignante es que esta injusticia se perpetúa con la connivencia de los medios de comunicación, falaces lacayos de las grandes multinacionales que promueven este juego criminal.

Somos muchas las ONG´s que trabajan para ayudar a las pequeñas comunidades a producir sus propios alimentos; a enseñarles a subsistir con sus propios medios para que puedan hacer dinero con el exiguo excedente. Excedente, por cierto, que no pueden vender por la imposibilidad de competir con el producto que se importa de Europa y que colma los mercados.


Raymon.

HUERTAS DE LOUGUE, SILLING, JNIANGUE PEUL, THIABEDJI

Poblado de Lougue
Lougue, Silling, Niangue Peul y Thiavelly son poblados de la zona de Bandafassi. Cada uno presenta una situación distinta. A medida que mostramos las huertas, queremos contar poco a poco en que consiste nuestro voluntariado.

En cada huerta tratamos de realizar una entrevista a la presidenta de la cooperativa. El objetivo es elaborar una visión general y documentar el proyecto en la medida de lo posible.

En primer lugar tratamos de elaborar una descripción general de la huerta y su entorno, valorarando el estado actual de la huerta, su antigüedad, la ubicación, la superficie cultivada, el estado de la valla y del material financiado, la organización del terreno,  los cultivos sembrados, etc.,

Huerta de Lougué

Lougue es un poblado formado por unas pocas familias. La huerta  se ve muy buen cuidada, y es muy agradable de trabajar. Tiene un pozo a la entrada y algunos árboles te permiten descansar del tórrido sol del medio día.

Están teniendo problemas de plagas y para proteger los cultivos han cubierto la cosecha con mosquiteras viejas hasta que el técnico les indique que procedimiento aplicar.


Sacando agua en el pozo de Lougue

Huerta de Silling

Silling tiene una huerta preciosa, a la vera de un pequeño riachuelo y rodeada de vegetación. Estuvimos hablando con la presidenta de la cooperativa, una mujer alegre y encantadora (aunque en la foto no lo refleje). Nos mostró con cariño todo lo que estaban cultivando, y nos explicó el funcionamiento de la cooperativa. Se les veía orgullosas de su trabajo.


La presidenta y algunas mujeres de la cooperativa Silling
Nos sorprendió  gratamente ver hombres trabajando, es algo inusual en esta cultura, y demuestra un grado de madurez en los trabajos de la comunidad.


Huerta de Jniangue Peul

Jniangue Peul  es una huerta nueva. Están trabajando en su primera cosecha.  Tienen  un problema de plagas pero, Diagne, el técnico, ya les ha orientado en cómo gestionarlo.


Gombo afectado por la plaga.

Reunidos con el representante del comité de aguas.
En Thiabedji la huerta está a pleno rendimiento, con muchas mujeres trabajando.  El problema que encontramos es que en esta comunidad se paga por el consumo de agua, y actualmente el canon que se ha impuesto a la cooperativa de mujeres es muy elevado. Por ello, solicitaron a Ambrosio y a Diagne su ayuda para hablar con el presidente del comité de gestión del agua y con el prefecto de la región para tratar de llegar a un acuerdo y reducir esa cuota. Estuvimos con ellos en las reuniones pertinentes, y al parecer están dispuestos a colaborar.

Reunión con la cooperativa de Thiabedji

14 de febrero de 2014

AVERÍA DE LA BOMBA DE DINDEFELO

Hemos estado en la huerta de Dindefelo para hacer el seguimiento del proyecto además de revisar la bomba que extrae el agua para regar la huerta. A través de una grupo eléctrico se activa la bomba del pozo perforado que llena los depósitos que sirven para regar la huerta.







Al averiarse la bomba, las mujeres no tienen agua para regar la huerta; tienen que desplazarse a un pozo lejano de otra propiedad para trasladar el agua. De momento tienen el permiso del propietario. Pero estos pozos se están empezando a secar y además hay que compartirlos con otras familias. Es una situación que hay que resolver cuanto antes. Hemos llevado la Bomba a Kedougou para que sea reparada. Parece que tiene solución. Así que esperaremos a que nos llamen para recogerla y llevarla de nuevo a Dindefelo. Aquí no existen los recursos que tenemos en el primer mundo para reparar maquinaria compleja. He tenido mi primera experiencia de trabajo con los profesionales locales de Kedougou. Todo un reto!!!

VISITANDO LOS PROYECTOS


Estamos instalados en el poblado de Bandafassi, una zona de etnia Bédik, aunque su población es principalmente Peul. Se encuentra a  15 km de la pequeña ciudad de Kedougou, centro neurológico de la región. Vivimos en  una  cabaña que Yakaar pone a disposición de los voluntarios. Llevamos dos semanas aquí y nos sentimos como en casa. Tenemos poco y no necesitamos más.

El entorno es precioso, el poblado se encuentra a los pies de una pequeña meseta  rocosa, de colores rojizos, y con mucha vegetación.  La temperatura todavía es buena, excepto al medio día, el resto del tiempo es fresco y agradable.



Empezamos a sentirnos parte de la comunidad, nos han acogido muy bien, con nuestras costumbres de pueblo.  Tenemos  nuestro sitio de tomar el café,  de comprar el pan, etc. Y con las comidas nos ayudan  Mariem Le  de Axanadú, las presidentas de la cooperativa de mujeres, que nos dan de comer casi cada día.
"Carretera" de Kedougou Bandafassi.

La asociación nos ha proporcionado una moto para movernos por los proyectos. Esto nos da mucha libertad para desplazarnos.

Estos últimos 10 días hemos estado muy ocupados visitando los proyectos al ritmo de Diagne, el técnico agrícola que da soporte en la región de Bandafassi, y de Ambrosio, coordinador proyectos de País Bassari.




Hemos conseguido visitar la mayor parte de los proyectos de Yakaar en País Bassari, y por fin conocer los proyectos que financió nuestra asociación OtravidaesPosible en los poblados de Itatou y Dande.

En esta región,  Yakaar lleva varios años trabajando en un programa contra la malnutrición que afecta sobre todo a mujeres y niños; asimismo, se pretende potenciar pequeños negocios que ayuden a mejorar la economía familiar, soportada generalmente por las mujeres.

Entre otras áreas de actuación, la más consolidada es la creación y desarrollo de huertas comunitarias, con el objetivo de mejorar la alimentación introduciendo  verduras y frutas en su dieta, que hasta hace unos años era casi inexistente.

En los poblados más grandes se está trabajando en la creación de granjas,  con el propósito de aumentar la ingesta de proteínas en las principales comidas así como  programas de gestión de basuras,  de transformación de cereales, fabricación de jabones, taller de costura, entre otros.
Os invito a que  visitéis la web de YakaarÁfrica para saber más sobre los proyectos, nosotros os vamos a ir contando más noticias pero por si queréis entrar en situación.

Huerta de Nandoumary
Ambrosio vive en la región de Dakar, y ha venido unos días a supervisar el trabajo y el estado de los proyectos, de modo que hemos aprovechado al máximo los días para visitar la  mayor parte con él.

En Iwol se desea construir una escuela.
Intentamos hacer algunas entrevistas aprovechando que Ambrosio habla perfectamente español; recabamos información que José María, el presidente de Yakaar, nos había solicitado, y tomamos fotos y vídeos para completar el trabajo final. Es una pena no haber tenido más tiempo para convivir con las comunidades; se nos han quedado muchas cosas y preguntas por hacer, pero nos hemos adaptado a las circunstancias que habían.  Son muy pocos días los que llevamos en País Basari, pero poco a poco vamos teniendo una visión general de la situación que viven las comunidades. Y lo más importante,  ya conocemos los caminos para poder volver a los poblados.




UNA REALIDAD DIFERENTE


Han pasado dos semanas desde que llegamos a la región de Kedougou, al sudeste de Senegal,  cerca de la frontera con Guinea. Tengo millones de anécdotas que contar, por dónde empezar, diría que en estos quince días he aprendido más cosas nuevas que en los últimos 6 meses en España, no porque allí no estuviese aprendiendo sino porque aquí la forma de vida es tan radicalmente diferente que cada movimiento es una experiencia nueva.

Para que os hagáis una idea os dejo un brainstorming rápido de palabras asociadas a estas semanas:

Calor, sol, agua, pies sucios, sed, arroz, baches, tierra, mocos, fonio, vacas, plagas, baobabs,  cous cous, moto, cabras,  termitas, huertas, mochila, insectos, polvo, mujeres, ir a por agua, estrellas, pájaros, videos, gallinas, coles, riñonera,  garrafas, niños, cubos, linterna, Yarama buiiii!, waleya!!! agua, regaderas,  gombo, berenjena amarga, fotos, conguitos, cabaña, fuego, mango ….



Madre mía simplemente estas palabras os pueden dar una idea del cambio de vida!!! Cuantas de ellas utilizáis en vuestro día a día?! Estamos viviendo tocando tierra, es una maravilla.


1 de febrero de 2014

VISITA A LA MATERNIDAD DE BEER.

Visita a la maternidad de Beer  en compañía de Ambrosio. Yakaar África ha financiado parte de la construcción  y apoya al centro con material de trabajo y medicinas.

Como un Lunes cualquiera, madrugamos para comenzar a trabajar, pero en esta ocasión  lejos de la oficina. Como voluntarios de Yakaar África nuestros deberes estarán llenos de experiencias, lugares  y gente nueva que nos va a enseñar que otra vida es posible y mejor si es más justa para todos.

Nuestra primera acometida es visitar la maternidad y dispensario médico  del poblado de Beer, a una hora de Dakar, para comprobar el funcionamiento del mismo, el estado de las instalaciones y entregar un ordenador portátil que Jose María, el presidente de Yakaar nos ha dado para a la enfermera. 

Ambrosio, coordinador de proyectos de Yakaar, nos recoge para ir al poblado aunque antes aprovechando que dispone de coche de su último trabajo y estamos en la capital vamos a comprar algo de material eléctrico para que lo llevemos al País Bassari.

Durante el trayecto empiezo a entender porque en Senegal  se miden los recorridos en tiempo y no en kilómetros. Las carreteras se convierten en caminos de tierra inesperadamente y los baches obligan a parar el coche cada dos por tres. Pero empieza el espectáculo de color!!!  caminos rojos, arboles de Baobab centenarios,  campos verdes del árbol del anacardo,  mercados  de frutas y verduras a orilla de la carretera, talleres de artesanos trabajando en la calle, mujeres llevando agua y la compra sobre la cabeza  nos acompañan en el trayecto.

En el centro nos esperan con una cálida bienvenida la enfermera Oumy, el secretario de la comisión de salud y el farmacéutico del dispensario, y al cabo de unos minutos se suman jóvenes que viven en España para conocernos.

Hemos preparado una entrevista para conocer el marco social, el funcionamiento y las sostenibilidad del centro así como conocer las necesidades y carencias que se podrían mejorar cara al futuro.


Nos cuentan las historia del centro, antes de que llegara Yakaar África, solo disponían de una sala sencilla donde se practicaban las curas. Las mujeres y jóvenes de la región ponían una cuota para comprar algunos medicamentos y una mujer no especializaba se ofrecía a realizar las curas.

Yakaar en 2011 financió la construcción de la ampliación de las instalaciones. Entre otras,  una sala de hospitalización y una vivienda para hospedar al personal. Gracias a ello, se ha podido contratar una enfermera profesional que vive allí con su familia  y el guarda.

Actualmente el centro abastece a 5 poblados cercanos a Beer, con un total aproximado de 7000 personas.   Principalmente acuden mujeres y niños de entre 0 y 5 años, y las  afecciones más tratadas son hipertensión, diarreas y vómitos, malaria, infecciones respiratorias, enfermedades parasitarias tropicales…

Gracias a otra asociación llamada Yapelebeer, formada principalmente por jóvenes del pueblo  emigrados a España,  se ha ampliado la maternidad, con una sala de parto y una de posparto, y actualmente todas las mujeres de la zona  acuden al centro para dar a luz. Todo un éxito. Hemos estado hablando con algunos de ellos que han vuelto de vacaciones y parecen estar muy contentos con sus resultados. Tienen proyectos ambiciosos para el futuro de su pueblo.

La enfermera nos contó el funcionamiento del centro, de la contabilidad y las medicinas, y parecen estar bien organizados, asegurándonos que con los beneficios de las consultas y los medicamentos con precios populares pueden mantener a los empleados y pagar algún traslado de urgencia. Nos comentan que los beneficios no llegan para comprar herramientas de trabajo, carecen de camillas de parto, camas de hospitalización, etc.



Después de comer se reunieron algunos hombres del pueblo, los jóvenes de la asociación y el Iman  para rezar unas plegarias dando gracias por la colaboración de Yakaar África y de Yapelebeer por hacer llegar la salud al pueblo, así como agradecerle a la enfermera su dedicación y trabajo. Fue un momento muy emotivo para todos.




A última hora hicimos entrega del material que traíamos para el centro.  Para la enfermera un portátil con el fin de hacer seminarios  de  prevención  de riesgos para la salud, y  tres maletas cargadas de medicamentos, leche en polvo y papillas para bebé, material donado parcialmente por Yakaar  y unos turistas con los que había trabajado Ambrosio.






El próximo objetivo de los miembros del comité para la salud de Beer, formado por personas del pueblo,  desean trabajar para que el centro reúna todos los requisitos necesarios para convertirlo en un centro oficial de salud y que el gobierno mande un doctor para no tener que desplazarse en casos grabes.








Nos fuimos con buen sabor de boca,  todo parece funcionar correctamente y el esfuerzo de las asociaciones va dando sus frutos.