27 de mayo de 2014

FIN DEL VOLUNTARIADO - CONCLUSIONES (II)

Continuación FIN DEL VOLUNTARIADO - CONCLUSIONES (I)

6.   En estos momentos existen serias dudas de que las huertas sean sostenibles en el plazo de 3 años que Yakaar se había planteado en un principio. Es cierto que el objetivo de “LUCHAR CONTRA LA ANEMIA Y LA MALNUTRICIÓN” podría justificar algún tipo de ayuda permanente (objetivos menos evidentes están justificando en Europa las ayudas de la PAC), pero será necesario clarificar ante los socios en el menor plazo posible cual es el modelo a alcanzar: un plazo mayor para alcanzar la sostenibilidad, la combinación con otras actividades que puedan dar sostenibilidad al conjunto o la renuncia a la misma, clarificando, en este caso, la subvención permanente mínima necesaria.

7.  La imagen que la asociación proyecta a socios y simpatizantes podría estar sobrevalorada. Es quizás cierto que en el momento actual priman los logros y las realizaciones sobre los problemas y los fracasos, pero se debería buscar una “mirada profesional” que sea capaz de realizar una autocrítica en la planificación, seguimiento, supervisión y evaluación de los proyectos; aspectos que se han incluido en apartados anteriores y que se echan de menos en el boletín. Dicha mirada servirá para anticipar futuros problemas y proyectar una imagen más acorde con la realidad
8.  Hay un tema particular que debe ser objeto de estudio y son las condiciones en que se están explotando los cultivos de maíz y girasol transgénico que una empresa francesa implementa en las huertas que financia Yakaar en la Cassamance. Dichos cultivos transgénicos tienen riesgos que las comunidades deberían saber, aunque también suponen la oportunidad de obtener unos ingresos que podrían mejorar la sostenibilidad de los proyectos de Yakaar.
9.   Las pequeñas actividades económicas que Yakaar está implementando: granjas de pollos, talleres de costura, granjas de cerdos y producción de jabones, etc. deben también ser objeto de un estudio cuidadoso, primero para asegurar que coinciden con los intereses de la Comunidad correspondiente y segundo que no atentan contra otras actividades ya implementadas en la Comunidad a las que podrían poner en grandes dificultades. Se echa de menos un estudio referente a la alternativa más adecuada para cada comunidad basada en los propios deseos de esa comunidad y un estudio de mercado y su plan de negocio.
10. Todos los datos parecen indicar que el colectivo de mujeres está sufriendo un perjuicio considerable en su vida diaria. La mayoría se levantan a las 5:00 AM y se acuestan a las 23:00 PM. El trabajo de la huerta, sin recibir ayuda de los hombres, está incrementando el trabajo y el cansancio diario de las mujeres. Aunque la consecución de una mínima igualdad de género es probablemente tarea de varias generaciones, sí que se debe en la medida de lo posible tratar de realizar actuaciones de sensibilización que promuevan un avance en dicha igualdad.

11. Los voluntarios de Yakaar no están sirviendo para mejorar la supervisión y evaluación de los proyectos, como en principio Yakaar había pretendido. Es necesario avanzar más en el proceso de redefinición del voluntariado ya recientemente emprendido por Yakaar. En ese sentido la búsqueda de voluntarios, a ser posible de media o larga duración, y con experiencia y formación adecuada en programas de cooperación al desarrollo debe constituir una prioridad absoluta para Yakaar.

El resumen final que se podría hacer del trabajo de Yakaar África en País Bassari y Cassamance es que se ha realizado un enorme trabajo con unos resultados que se podrían calificar de excepcionales teniendo en cuenta el escaso periodo de tiempo en el que se ha trabajado. Sin embargo, ese trabajo y esos resultados requieren de un esfuerzo adicional importante que les dé continuidad y sostenibilidad. Para ello es necesario trabajar sobre la base de los proyectos y, sobre todo, en el estudio de las comunidades, reforzar los comités ejecutivos de las mismas, desarrollar programas de formación adecuados y, sobre todo, reforzar el seguimiento, supervisión y evaluación de los proyectos.


FIN DEL VOLUNTARIADO - CONCLUSIONES (I)


A nuestra vuelta, y después de poner todos los asuntos en orden, os dejamos un resumen de conclusiones de nuestro trabajo como voluntarios en Senegal:
Desde un punto de vista general, los proyectos agrícolas y pequeñas actividades económicas que desarrolla Yakaar en Senegal están reflejando aparentemente unos resultados extraordinarios, ya que responden a la necesidad de crear un tejido económico en las comunidades así como el de mejorar la alimentación de las familias, y por ende, el de las comunidades. El proyecto incide íntegramente en las mujeres, y entre otras cosas: promueve la independencia económica, mejora el acceso a productos locales, crea espacios de esparcimiento comunitarios y potencia el colectivo femenino en muchos aspectos.
Sin embargo, desde nuestro punto de vista, echamos de menos aspectos importantes que consideramos necesarios incluir en un marco global de proyectos que se orienten al desarrollo. A continuación enumeramos los más importantes:
1.    Los proyectos que está llevando a cabo Yakaar África en Senegal sólo realizan programas de formación relacionados con la higiene, la alimentación y la salud con ocasión de las misiones sanitarias. Deberían realizarse otros programas de formación, y con una mayor continuidad, dirigidos a fortalecer la comunidad: fomento de la igualdad entre sexos, gestión de los recursos económicos, alfabetización y sensibilización. Es poco probable que el desarrollo sea duradero sin el fortalecimiento de la comunidad y para ello es imprescindible concienciación, suministro de información, transmisión de conocimientos, estímulo, movilización y organización.

2.   Yakaar África ha priorizado la acción sobre la planificación y no realiza un estudio previo de las comunidades en las que se realizan los proyectos sino que tiene estandarizados una serie de proyectos tipo. Al no existir estudio previo de la comunidad puede que los proyectos estándar no se adecúen suficientemente y se podrían producir pérdidas de recursos económicos, por lo que hay que tratar de poner en sintonía el conocimiento de los proyectos a desarrollar con el de las comunidades donde se desarrollan.
3.   Los comités ejecutivos de los distintos proyectos son muy heterogéneos, dependiendo su funcionamiento de la calidad de las personas presentes en los mismos. Como la supervisión que se hace de los proyectos en el momento actual no es continua, se traslada toda la responsabilidad al comité ejecutivo local y por ende a la comunidad. Debería realizarse un mayor esfuerzo en la formación de estos comités, especialmente hacia un enfoque autosuficiente. En ese sentido sería crucial realizar algún tipo de formación en gestión económica de los proyectos, así como identificar y preparar a una o varias personas que vivan en la comunidad, y que posean cualidades de honradez, liderazgo, auténtica preocupación por el desarrollo de la gente, para que sustituyan a Yakaar cuando esta ceda el control del proyecto a la comunidad.
4.  Es imprescindible saber en qué medida los productos de las huertas se están utilizando para la propia alimentación en línea con el objetivo de “LUCHAR CONTRA LA ANEMIA Y LA MALNUTRICIÓN” y no para la obtención de un beneficio económico, por eso se considera necesario reforzar la formación en aspectos sobre alimentación y realizar encuestas dirigidas a las familias para conseguir los resultados que se persiguen.


5.  El seguimiento, supervisión y evaluación adecuada de los proyectos es en este momento, y reconocido por todos, uno de los mayores problemas sino el mayor que presentan los proyectos de Yakaar. El incremento del número de proyectos ha sido exponencial en los pocos años de vida de la Asociación y en estos momentos constituye quizás su mayor amenaza, si no es posible incrementar los medios destinados a su evaluación y control. Las personas que tiene trabajando Yakaar en la zona a pesar de su voluntad y tenacidad para hacer un gran trabajo están desbordados por las dimensiones de los proyectos. No se debe ocultar la dificultad para encontrar personas con la visión y la formación necesaria para hacer este trabajo, pero debe ser una prioridad absoluta para Yakaar el reforzar los equipos con personas que residan en cada región, que conozcan la lengua y la idiosincrasia de estas comunidades y, a ser posible, presenten formación socio-económica en cooperación.

Continua ...

25 de mayo de 2014

ONG'S, SERVILISMO E HIPOCRESÍA

En este viaje en bici por Europa estamos reflexionando sobre nuestra experiencia en proyectos de cooperación. Como ONG, estamos viviendo un momento difícil que inexorablemente modificará nuestra filosofía de trabajo. Después de 6 años trabajando en proyectos de cooperación consideramos necesario refundar el modelo de trabajo y de gestión de las ONG’s. Sin embargo, con nuestra opinión, no pretendemos disuadir a la gente que apoya a estos organismos a que deje de hacerlo, sino que exige una reflexión de todos nosotros que contribuya a la modificación del sistema desde la raíz del problema.

Las críticas a las ONG’s mayoritariamente se circunscriben al ámbito de lo económico. La gente no confía en que las ayudas lleguen a los más necesitados. Asimismo, se acumulan las denuncias de desvío de fondos y corrupción de las ONG’s más relevantes. Sin embargo, existe una realidad mucho más importante y que pocas ONG’s se atreven a revelar. Es una evidencia - que los datos y las estadísticas confirman - que las políticas de cooperación no funcionan, y la ayuda al tercer mundo ha sido un tremendo fracaso en los últimos años. El continente africano, por mencionar un ejemplo, es un ingente cementerio de proyectos inacabados. Allí todo el mundo es consciente que las políticas de cooperación no funcionan. La realidad, bien sabida por muchas de las ONG’s, es que no se están atacando las causas que verdaderamente originan la pobreza y la desigualdad en el mundo. Y a pesar de todo, se sigue soslayando el problema.

La ayuda internacional, a través de muchas ONG’s, se ha convertido en un medio maquillado más de occidente para controlar y acceder a las materias primas a través de sus multinacionales y empresas. Esta ayuda no funciona porque es hipócrita. Es contraria a las políticas de los países ricos que imponen su injusticia comercial en favor de sus intereses productivos, energéticos, geoestratégicos, etc. El objetivo de las ayudas está dirigido a que los países depauperados se desarrollen, pero occidente se encarga de cercenar todas las vías comerciales posibles para que estos países prosperen. El trabajo de cooperación ha transformado a la gente pobre en pasivos perceptores de caridad. En Senegal, por ejemplo, hay cientos de proyectos de desarrollo financiados por EEUU, Canadá, Francia, España, etc. Sin embargo, también existen actividades económicas muy lucrativas, como la extracción de oro, mármol, hierro, coltán, pesca, etc., que reportan a los países ricos mil veces más beneficios de los que estas potencias financian en proyectos de cooperación. Toda la ayuda de estas potencias económicas está condicionada. Hay que preguntarse por qué España no promueve la ayuda en los países más pobres, sino en aquellos donde operan empresas españolas.

La mayoría de las ONG´s, a pesar de su buena voluntad, sólo actúan como mero parche del problema. Se ha implantado el modelo farmacéutico actual en el que un enfermo crónico es más rentable que un enfermo sanado. No interesa vender un medicamento que acaba definitivamente con una enfermedad. Por consiguiente, mientras no se inviertan esfuerzos en cambiar los aspectos que realmente generan pobreza, seguiremos en un círculo incoherente y sin sentido que se mantiene básicamente debido al egocentrismo de las ONG´s y su lucha por aliviar su inherente sentimiento de culpa. Es una prioridad presionar a nuestros gobiernos para que tomen medidas y acciones políticas concretas que acaben con la desigualdad e injusticia comercial que impone occidente (subvenciones agrícolas, aranceles, ayudas a la exportación, etc.). Sabemos que no es fácil y algunos lo consideran una utopía. De hecho, muchas ONG´s han sido expulsadas de países subdesarrollados por encarar políticas internas. Sin embargo, no existe otra solución. Sin desmantelar la estructura que promueve la pobreza y la desigualdad, seguiremos dando palos de ciego. Viajando en Senegal me preguntaron si teníamos intención de crear una sede de la ONG en el país. Después de 5 segundos, expresé con cierta ironía, que la ONG la deberíamos implantar en España, donde hacía falta un trabajo de sensibilización considerable respecto a las consecuencias que tienen las políticas comerciales e imperialistas que apoyamos los españoles.

Es muy triste expresar esto, pero hemos podido ver como muchas ONG´s se han convertido en un negocio o una alternativa de vida. Erigir una ONG para muchos, es una opción similar a abrir un quiosco o un puesto de pipas. Eso sí, donde el dinero fluye y el complejo de culpa es menor. No importa si el proyecto no está desarrollando a las comunidades, si se originan conflictos entre las familias, si se fomenta la dependencia, apatía, desmotivación, etc. No importa si el propio ego y etnocentrismo de las ONG’s está contribuyendo más al problema que a la solución de la pobreza. Lo peor de todo es que muchas asociaciones, además de promover un enfoque amable del capitalismo, no son conscientes que su actividad responde a la necesidad de hacerle el trabajo sucio al Estado. Y lo que es más grave: su paternalismo mitiga la iniciativa local y el espíritu de rebeldía de las comunidades, actitud imprescindible para combatir la corrupción de los gobiernos locales.

A pesar de las evidencias, pocas asociaciones, fundaciones, etc., se atreven a reconocer esta triste realidad. Muy pocas hacen autocrítica y cuestionan el modelo de trabajo y de gestión de sus proyectos. La mayoría recibe subvenciones públicas y privadas para desarrollar su actividad; y mientras alguien pague los sueldos, perdemos nuestra independencia e integridad para ser autocríticos, y siempre habrá un informe esperanzador que conceda continuidad y aire fresco al proyecto. Porque siendo honestos, para muchas de estas ONG’s lo importante es el dinero. No es relevante si la financiación proviene de iletrados socios, reprobables estados, multinacionales o bancos sin valores cuyas acciones sustentan la estructura que genera pobreza y desigualdad. Sin darnos cuenta, o haciendo la vista gorda interesada, estamos al servicio y lavando la imagen de los que verdaderamente perpetúan el problema. Eso sí, nos facilitan la financiación necesaria para llevar a cabo los proyectos, aunque nunca supervisen que se ha hecho con su dinero. La realidad, tampoco les importa.

El egocentrismo desmedido es otra de las causas que contribuyen al problema. La mayoría de las ONG’s, incluidas las no financiadas, comienzan su andadura en el mundo de la cooperación argumentando la necesidad de ayudar a los pobres, pero la realidad es que sólo les moviliza el afán de ayudarse a sí mismos. En el fondo somos conscientes que nuestro modelo de bienestar se sustenta en la dominación y subyugación de otros. Somos nosotros los que necesitamos ayuda, y para ello, “jugamos” a ayudar sin ningún conocimiento de causa. Hemos observado muchos casos de responsables y cooperantes de ONG que detestan y reprochan la mentalidad y costumbres de las poblaciones con las que trabajan. Ni los respetan, ni los entienden, por lo que difícilmente podrán hacer algo positivo por ellos. Un proyecto desastroso para una comunidad pobre puede perpetuarse sólo porque los niveles de autoestima y fama personal de los responsables de la ONG es el adecuado. Han conseguido dar sentido a sus vidas, razón suficiente para continuar jugando a salvar el mundo.

Lo más preocupante que hemos observado durante estos últimos años, no es que algunas ONG’s desvíen los fondos destinados a los pobres, sino el terrible impacto que han generado los proyectos que promueve occidente en las poblaciones a las que destinaron la ayuda. A pesar de tener un desconocimiento supino del entorno, la cultura, costumbres, códigos, etc., nos permitimos la licencia de exhortar a las comunidades necesitadas a implantar nuestro insalubre modelo etnocentrista y egocéntrico. Y lo hemos conseguido. Muchas de las comunidades contagiadas por nuestra visión de desarrollo, han perdido sus raíces culturales y han adoptado los valores más abyectos del ser humano.

Como he mencionado, la solución se encuentra a nivel político. Y si esta lucha y esfuerzo por cambiar el sistema es considerado una pérdida de tiempo, lo mejor que podemos hacer por lo pobres es dejarles en paz. Si realmente queremos hacer algo por el tercer mundo, empecemos por enfrentar las políticas económicas injustas que promueven los países ricos en su anestesiada carrera por crecer desaforadamente. No hay que enseñar a los pobres a tener más, sino enseñar a occidente a tener menos y repartir mejor.


Raymon – www.otravidaesposible.org