Lo que más deseo en este momento,
es ayudar a mejorar este mundo. Lo primero que quiero hacer es colaborar en una
ONG, y a ser posible hacer un voluntariado en algún país africano. Lo siento
así porque soy consciente que los africanos sufren de una injusta pobreza. Sin
embargo, a veces no me entiendo a mí mismo; no me reconozco. Es como si una
inercia tomara el control de mis actos. Deseo ayudar e invertir mis energías en
ayudar a los africanos. Pero la realidad es que, viviendo en España, observo
que hay muchos africanos inmigrantes que han dejado su tierra, familia y amigos
por venir a España a buscar lo que todos anhelamos: ser felices y tener la
oportunidad de ofrecer un futuro digno a nuestros hijos. Cuando observo detenidamente
a uno de ellos, admiro su audacia y coraje, una actitud que posiblemente yo
nunca tendré.
Lo que más me inquieta y me llena
de culpabilidad, es que no hago absolutamente nada por ellos; me embarga la
indiferencia. Podría ayudarles a integrarse en mi sociedad, a facilitarles ese
difícil tránsito. Lo más complicado ya se ha hecho: están cerca de mí, lo que
me ofrece la oportunidad de hacer algo por ellos y contribuir a la solución de
la pobreza. Sin embargo, mi anestesiada mentalidad toma las riendas de mis
actos, y me sitúo en la contradicción. Quiero viajar a África con una ONG para
ayudar a los africanos, pero me asalta la duda de si los quiero en mi país. No
sé si soy racista o clasista, estoy algo confundido. Me molesta que ocupen
trabajos en mi ciudad y que se aprovechen de los beneficios sociales que
proporciona el estado español. Deseo medidas de control y cierre de las
fronteras para evitar la migración de los depauperados. Considero necesario
proteger el equilibrio económico de Europa, adalid de nuestro bienestar. Es
decir, mi ceguera es total.
Por eso digo que no me entiendo a
mí mismo. ¿Quiero ayudar o no quiero ayudar? Creo que nunca me he parado a
pensar en las causas que originan la pobreza. En el fondo más insondable de mí
ser, soy consciente que los privilegios que disfrutamos los europeos se
sustentan en la subyugación de 5 billones de personas. Los países ricos, se
jactan de su ética y su moral, pero vulneran las fronteras de África, Asia y
Sudamérica introduciendo empresas y multinacionales que esquilman los recursos
naturales de estos continentes. El poder y el dinero encumbran a caciques
autoritarios que favorecen los intereses de los países ricos mientras calman la
sed y el hambre de la población con duras medidas de control. La estrategia es de
lo más desigual: lo tuyo es mío, y lo mío, siempre será mío.
A lo mejor soy un miserable y el afán
por ayudarme a mí mismo condiciona mis anhelos de cooperar en África. A lo mejor
las ONG’s no deberían existir. Posiblemente, no es necesario que me marche a
África para mitigar las causas de la pobreza. Podría empezar por hacer
activismo y presionar a mi gobierno para que cambie ciertas políticas económicas
y sociales que empobrecen a muchos países. Aunque la verdad, no sé qué opinará
mi narcotizada mentalidad, buena amiga de la inercia. A día de hoy, ni siquiera
salgo a la calle para defender la grave situación de crisis que atraviesan
muchos de mis amigos españoles.
¿Usted sabe cuántas personas son 5 billones? ¿De verdad usted se considera culpable de la pobreza de las personas que son pobres? Yo no les he quitado nada, no les he perjudicado en nada, no les debo nada.
ResponderEliminarSaludos muy cordiales.
Me parece que alguno de los dos está obviando información. Claro que somos culpables! Tu comida, tu ropa, tu coche, tu móvil, etc., procede de un intercambio comercial injusto que dirigen transnacionales y empresas de nuestros países. Y nosotros aprobamos este saqueo a través de nuestro consumo y de nuestros votos.
EliminarNosotros estamos diciendo sí a políticas que discriminan y no dejan comerciar con justicia a empresarios africanos, asiáticos y latinoamericanos. Crees que las políticas que aplica la EU a la agricultura africana son justas? Crees que los planes estructurales del Banco Mundial y el FMI son justos? Crees que Europa puede cerrar sus fronteras pero dejar abiertas las de los demás para su intrusión?
Que estemos en un sillón atiborrados de información inconexa que escupen medios de comunicación que controlan las mismas transnacionales que saquean, no significa que nosotros no seamos culpables. Nuestras acciones diarias tienen una repercusión en las relaciones con otros continentes. El problema es que el sistema opresor es tan bueno que a través de las mentiras que nos cuentan nos mantienen indiferentes de la situación. Nos mantiene en una burbuja aislada a todos los problemas que nuestras políticas generan.
Que si somos culpables? Somos cómplices de lo que ocurre!! Pero siempre será mejor echarle la culpa a otros. Lo importante no es el voto en las urnas, sino el voto de tus acciones diarias, de tu consumo diario. Cuando obliguemos a nuestros políticos a obrar con justicia seremos individuos responsables. Mientras tanto, somos cómplices sobornados del saqueo organizado y legítimo.
Espero haberte contestado
http://www.cortorelatos.com/relato/10309/tu-tranquila-lo-que-haces-en-senegal-se-queda-en-senegal-/
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